
¿Cómo funcionan las estufas a parafina y por qué contaminan?
Como te comentamos en la entrega anterior, una estufa de parafina, también conocida como estufa de keroseno, es un calentador generalmente portátil, sin ventilación, alimentado con parafina.
A pesar de los sistemas de seguridad con los que están equipadas, no se recomienda colocar la estufa en dormitorios, habitaciones infantiles u otros espacios pequeños y cerrados.
Y es que muchas veces se termina eligiendo esta opción por estar entre las más económicas, pero a la larga esto podría traer más de algún problema, sobre todo de salud.
Por eso en Amesti, te ofrecemos información importante sobre este sistema de calefacción que debes tener claro para no poner en riesgo a tu familia, continúa leyendo el artículo.

¿Cómo es el funcionamiento general de una estufa de parafina?
Para entender mejor cómo funciona una estufa de parafina, es necesario entender dos aspectos:
- Combustible: Para poner en funcionamiento el dispositivo, primero se rellena el depósito de combustible, en este caso de parafina.
- Calentamiento. Estos equipos cuentan con una bujía especial que se encarga de crear la chispa que enciende el combustible (parafina o queroseno).
En base a esto, podemos afirmar que una estufa de parafina funciona según los mismos principios que una estufa de gas:
- Primero, la parafina del depósito sube a la mecha por la capilaridad, una propiedad del fluido que le confiere la capacidad de subir o bajar por un tubo capilar.
- Cuando la mecha se empapa se enciende, y la parafina se calienta convirtiéndose en gas.
- Al final, este gas se quema y calienta el aire circundante por convección y los objetos cercanos por radiación térmica.
Mecha para estufa de parafina
La mecha es la parte principal de la estufa de parafina. Se utiliza para controlar la cantidad de combustible quemado y la cantidad de calor producido.
Una mecha mal ajustada o sucia puede provocar olor desagradable y humo en esos casos hay que cambiar la mecha.
¡Te contamos todo sobre las estufas a parafina: Cómo funcionan, sus peligros y mejores alternativas!
¿Cómo funcionan las estufas de parafina según su tipo?
Se distinguen dos tipos de estufas de parafina: Las estufas eléctricas que requieren conexión a la red eléctrica, y las estufas de mecha, que no requieren ningún tipo de conexión.
Estufas de parafina electrónicas
Una estufa de parafina eléctrica, también llamada estufa de parafina láser funciona con electricidad.
Su funcionamiento radica en que, por lo general, está equipada con un sistema láser para precalentar el combustible, y control electrónico del quemador.
Además, puede tener un ventilador eléctrico para empujar el aire caliente hacia el exterior o puede estar equipada con un termostato para mantener automáticamente la temperatura ambiente.
Estufas de mecha
Funciona con autonomía y no necesita ningún tipo de instalación. Están equipadas con un encendedor o pueden encenderse fácilmente de forma manual.
Además, disponen de un sistema con un botón que se gira para regular el tamaño de la llama, el que permite controlar la potencia de calefacción.
Las estufas de parafina de doble llama funcionan de manera similar, pero poseen una segunda cámara de combustión. Allí, con un aporte de oxígeno, se queman los gases resultantes de la primera combustión. Esta doble combustión ofrece una mayor potencia calorífica con un menor consumo de combustible.
En todos ambos modelos, los residuos de la combustión de parafina quedan al interior de la casa, es decir, la humedad que generan y el material particulado contaminante.
¿Por qué contaminan las estufas a parafina?
Para entender por qué contaminan las estufas a parafina, debemos tener claro cuál es el tipo de contaminación que estas producen; es decir, en este caso la contaminación intradomiciliaria. La cual se ocasiona en el interior de los hogares por consecuencia de calefactores que no cuentan con una vía de evacuación por donde ventilar el CO y otros gases tóxicos que se producen como resultado de la combustión.
Y es que cada kilo de gas o de parafina consumido produce entre 1,5 y dos litros de agua durante la combustión, que se transforma en vapor de agua y queda atrapada en el interior de la casa, alojandose en las paredes y techos.
Al no contar con una ventilación adecuada la humedad promueve la aparición de hongos los cuales son un grave problema para la salud de los ocupantes de la vivienda, llegando a producir reacciones alérgicas que se pueden llegar a complicar. Adicionalmente, todo este vapor de agua influye en la pérdida de calor de la vivienda, haciéndola menos eficiente.
Y ¿cómo vemos esta contaminación en cifras?
Según estudios del DICTUC, entre los artefactos de calefacción, las estufas a parafina son las que presentan las mayores emisiones de monóxido de carbono y material particulado fino. Esto en base al ranking de contaminación intradomiciliaria según tipo de estufas de uso común en Chile, el cual se elaboró según las mediciones de laboratorio de distintos artefactos que combustionan dentro del hogar, los cuales no contaban con ducto de evacuación de gases al exterior.
El estudio también reveló que las estufas a parafina, independiente de su tecnología, son las que generan las mayores emisiones de dióxido de azufre (SO2), en tanto las estufas modernas a parafina son las que presentan las mayores emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
Entre otros resultados, se puede ver que las estufas usadas tienden a presentar mayores índices de emisión de material particulado fino que las nuevas, sin importar el combustible utilizado o la tecnología del artefacto.
La conclusión más notoria es que entre los artefactos de calefacción que representan el 83% de los que usa la población en general, las estufas a parafina son las que presentan mayores emisiones de monóxido de carbono con hasta 3,2 partes por millón (ppm) por metro cúbico, y de material particulado fino, con 3,6 miligramos por metro cúbico, siendo lo regular entre 0 y 2 miligramos.
En Amesti NO recomendamos la parafina
Recuerda que el peligro de utilizar parafina radica en que cuando es inhalado; esto sucede generalmente cuando los usuarios se acuestan a dormir con este tipo de estufas sin contar con una correcta ventilación. Y es que las emisiones de CO2 generadas por las estufas a parafina ingresan a los pulmones siendo absorbidas rápidamente, sustituyendo así el oxígeno de la sangre en todo el cuerpo, generando una falta del mismo.
En Amesti estamos comprometidos con el calor saludable y eficiente en el hogar, por lo que todos nuestros productos están hechos para lograr este objetivo de manera sustentable y a la vez saludable para tu familia.
Ofrecemos una gran variedad de productos como estufas a leña y pellet que brindan un alto nivel de calefacción, generan un calor seco y sano sin residuos al interior de tu hogar, y además, son amigables con tu bolsillo.
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